UNA NOVIA EN UN CASTILLO MEDIEVAL
La historia de amor de Yolanda y Sergio se remonta a más de 12 años. Eran compañeros de instituto pero Cupido, un tiempo después, hizo su función. Un largo noviazgo en el que vivieron momentos muy bonitos pero también etapas más complicadas, como era el hecho de estar separados por cientos de kilómetros durante años. En su caso, a la vista esta, que la distancia no hizo el olvido sino que reforzó más su amor.
En un cumpleaños de Yolanda, Sergio la quiso sorprender con una cena en su restaurante favorito. Ella no se imaginaba que la verdadera sorpresa vendría más tarde. Y cuando llegaron a casa le había preparado muchos mensajes distribuidos en distintos rincones de la casa, hasta que llegó al último que estaba sobre una caja con la pregunta: “¿ Quieres casarte conmigo?”. Precioso ¿verdad?.
El gran día de los novios llegó el 31 de agosto.
Mayte Lucas se encargó del maquillaje y el peinado de la novia; con el estilo de su vestido le favorecía muchísimo.
Cuando Yolanda comenzó con la búsqueda de su vestido de novia sabía que quería un vestido a medida de Alta Costura.
Estuvo durante varias semanas mirando pero nada le terminaba de convencer. Gracias a una compañera de trabajo conoció nuestro atelier y mirando la página web descubrió que el estilo de nuestras novias y los detalles encajaban con lo que ella buscaba para el día de su boda.
Lo más curioso que me contó Yolanda es que un par de noches antes de visitarnos en el atelier soñó con su vestido de novia; así que lo que intentamos desde el principio fue hacer realidad su sueño (nunca mejor dicho).
Los zapatos de la novia fueron una elección ideal. Como sabéis actualmente se le da una importancia extrema al zapato, convirtiéndose en un complemento fundamental en el look de toda novia. Yolanda visitó Franjul porque se quedó prendada de uno de sus modelos de sandalias. Finalmente se decantó por una sandalia en rosa palo con el tacón en piel dorada.
En cuanto a las joyas, no podía faltar su anillo de pedida y unos pendientes de diamantes y perla australiana, regalo de sus abuelos paternos. Todo de la joyería Suárez.
En el pelo lució una preciosa peineta de estilo vintage que escogió de entre la variedad de piezas especiales que tenemos para nuestras novias en el taller de costura.
El cuerpo del vestido llevaba mucho trabajo y era muy rico en detalles: drapeado, tul bordado…por lo que creímos que el velo que le quedaría perfecto sería un velo de tul con un bonito encaje en blanco alrededor.
Cáceres es la ciudad natal de los novios así que allí quisieron celebrar su boda.
En la Concatedral de Santa María de Cáceres, en el centro del casco histórico, tuvo lugar la ceremonia religiosa. La novia hacia su llegada a la Iglesia, guapísima y emocionada, en un magnífico coche de antiguo.
La entrada de la novia del brazo del padrino es, probablemente, el momento de mayor nerviosismo. Y el camino hacia el altar es cuando la novia sorprende a todos sus invitados con su vestido, que se ve en todo su esplendor. Yolanda llevaba muy bien cogido el ramo pues no se tapaba nada de su traje de novia y al mismo tiempo su bouquet de rosas grandifloras y de pitiminí en tonos pastel (de Karmen Arreglos florales, en Cáceres) se veía precioso.
La celebración fue en los jardínes del Castillo de la Arguijuela; un lugar lleno de magia.
La temática de la boda estaba basada en torno a los viajes que la pareja habían hecho juntos. Es por eso que en lugar del clásico libro de firmas, se los ocurrió poner fotos de sus distintos viajes en una antigua maleta para que los invitados dejarán sus dedicatorias.
Una idea genial y muy original!
Desde aquí os deseo que sigáis siendo muy felices!!
Fotos: LUDO FOTOGRAFÍA
JENNA
26 Marzo, 2015 a 12:44Hola Buenos días,
Me gustaría saber donde compraste los zapatos y de que marca son??
Son preciosos.
Muchas gracias
JENNA