LA BODA DE ADRIANA Y VÍCTOR

 La historia de amor de Adriana y Víctor surgió unos años después de conocerse en Granada, mientras estudiaban la carrera.

El destino quiso volver a juntarles, y al poco tiempo se comprometieron. Víctor la sorprendió un día en el trabajo, se la llevó a dar un paseo y sin más rodeos le pidió matrimonio. Adriana lo tenía tan claro que cuando terminó de pronunciar el SÍ Víctor la cogió de la mano y se fueron directos a  la Iglesia de la Caridad, en Cartagena, que era el lugar donde se había casado toda la familia de la novia y con el que ella había soñado siempre.

El 10 de mayo fue su gran día!

En la finca “Torre Antoñita” fue la celebración. Es un lugar que siempre les había gustado y se sintieron encantados y  muy arropados por todo el equipo.

Un vestido que vio en una revista fue el genial “culpable” de que Adriana se decidiera a venir a visitarnos al atelier.

Ella, como muchas novias, venía algo nerviosa y con cierto agobio porque hasta el momento no había encontrado nada que encajara con lo que buscaba. Acudió a nosotras porque le llamaron mucho la atención los detalles y sutilezas de nuestros vestidos como los encajes, los bordados, apliques en pedrería etc. y fue con esas premisas con las que partí para crear su vestido de novia.

Sacar el máximo partido a Adriana y realzarla fue una tarea fácil. No tenéis más que ver lo guapa y elegante que es.

La manga en tul de plumetti iba rematada con la misma puntilla bordada que llevaba todo el cuerpo de su vestido y las caídas de la cola. Una auténtica dulzura!

En un principio pensó en llevar el pelo recogido pero finalmente se decidió por un semirecogido que destacó de forma impecable con una pulsera de oro blanco y brillantes montada en diadema que le prestó la madre de una íntima amiga.

Las fotos que se hacen en casa de la novia cuando se esta vistiendo y antes de salir a la Iglesia son siempre muy bonitas pues son momentos muy especiales y de intensa emoción.

El cortejo de niños que llevó iban vestidos ideales!

La madrina guapísima de rojo del brazo del novio que iba muy elegante también.

Una pieza fundamental en el conjunto de Adriana fue el velo.

Personalizamos y confeccionamos para ella un velo en tul de seda natural que iba todo bordeado con el mismo encaje que lucía en su vestido.

Para el ramo confió plenamente en la creatividad de Juande, de la floristería Oasis. Se inspiró en el vestido de la novia, la época y el lugar de la boda.

Paco Vila, un joyero de Córdoba y amigo de los tíos del novio, hizo realidad los pendientes en coral blanco y brillantes, tal y como ella quería. También llevó su anillo de pedida que le regalaron los padres de Víctor. Una esmeralda con brillantes a los lados, también de Paco Vila.

Preciosas y muy divertidas las fotos de los recién casados en la finca.

Me encanta su espontaneidad y la felicidad que transmiten.

Quería despedirme con esta preciosa imagen del baile de los novios, que muestra la complicidad y amor que hay entre ellos.

Y tras la divertida fiesta que siguió a su primer baile, disfrutaron de una sensacional luna de miel en Singapur, Bali, Yogyakarta y Karimunjawa, una pequeña isla de Java donde se relajaron antes de volver a España.

Fotos: Click10