La espalda bordada del vestido de novia de Lydia

El bordado de la espalda de Lydia es amor a primera vista, a nadie deja indiferente y por supuesto en la boda causó gran sensación. Hoy os desvelamos todos los secretos que se esconden detrás de este impresionante vestido de novia firmado por Beatriz Alvaro.

el vestido de novia de la espalda bordada de Lydia

Lydia y Hugo se conocieron  hace cuatro años y medio.  Ella estaba muy agobiada con el trabajo y decidió apuntarse con una  amiga a clases de pádel. Empezaron yendo a clase a las 7 de la tarde, luego a las 8… pero nunca llegaban porque salían muy tarde del hospital, así que nos cambiamos al turno de las 9 de la noche.  “El primer día fue muy gracioso porque yo pensé que apellidándose el profe “Ramírez Sánchez” iba a ser por lo menos, un narco colombiano, pero al final el mafioso era madrileño, y a los dos meses empezamos a salir juntos.
He de decir que el padel se me daba fatal, y al curso siguiente, mi entonces novio ahora marido, me echó de su clase…” , comenta Lydia.

el vestido de novia de la espalda bordada de Lydia

La pedida de mano fue muy especial y no podía tener mejor escenario que la tierra de ella, Asturias. “Hay un sitio en Asturias que a mí me gusta especialmente que se llama Cabo Vidio. Es un acantilado muy alto y muy agreste, con un pequeño faro.

el vestido de novia de la espalda bordada de Lydia

Por delante se ve el mar Cantábrico azul profundo y por detrás, un campo enorme verde intenso con las montañas al fondo. Desde el lado occidental se ve una playa de roca preciosa con un acceso casi imposible. 

Cuando era más joven y vivía momentos bajos, ir al cabo y simplemente escuchar el mar, me daba calma y fuerzas para seguir adelante. Por eso para mí este lugar es tan especial”, confiesa Lydia. 

“En cuanto empezamos a hacer nuestros viajes a Asturias llevaba a Hugo allí. Y a día de hoy, siempre que vamos a mi pueblo vamos al Cabo Vidio a coger energías para volver a tope a Madrid.

Hugo afirma que tuvo muy claro dónde me lo pediría… y esperó varios meses con el anillo encargado hasta ir a Asturias, y por supuesto, al cabo. Todas mis amigas dicen que tenían muy claro que en ese viaje sería la pedida, pero yo nunca sospeché nada… De hecho mi primera respuesta fue decirle: “¿Estás de broma??” y mira dónde hemos llegado”, declara Lydia.

La boda se celebró en Asturias, ya que tanto a Hugo como a Lydia les apasiona. “Visitamos varios palacios, castillos, paradores, pero no encontrábamos ningún lugar que nos encantase. Por casualidad, una de mis mejores amigas de Cartagena me comentó que dos años atrás había estado en un sitio precioso a veinte minutos de Oviedo, en Siero. No sabía el nombre, pero después de unas cuantas averiguaciones descubrimos dónde era y conseguimos cita para verlo.

Cuando la maravillosa encargada de la finca, Adela (bajo una tormenta monumental) nos enseñó el Palacio de Valdesoto supimos al instante que habíamos encontrado nuestro lugar. Es absolutamente precioso: el palacio antiguo del siglo XVII (perteneciente al Marqués de Canillejas), el edificio tipo caballeriza donde se celebran los banquetes, el jardín francés y sus palmeras, el bosque salvaje y el camino de los magnolios. Rodeado además de infinitos campos verdes y montañas en la lejanía… no podía ser más ideal.

Además, a escasos 500 metros está la Iglesia del pueblo, San Félix de Valdesoto, donde Andrés, cura y amigo de la familia desde hace años, celebró la ceremonia religiosa el día de San Fermín, el 7 de julio de 2018.

No hubo duda en que de nuestro catering se encargaría Isaac Loya, del Real Balneario de Salinas, y poseedor de una estrella Michelín. Magnífico en lo personal, todas sus sugerencias fueron éxitos y su menú exquisito. Gran triunfo el de su bogavante a la parrilla con pasta a la naranja y su souflé de chocolate y helado de zanahoria.

Para la decoración del salón, confiamos en Juan Hidalgo de A de Lola. Cristalería ultravioleta y mantelería abstracta en tonos rosa y gris que combinaban a la perfección con la piedra vista del salón.

En cuanto al vestido de novia, Lydia se puso manos a la obra con él desde el momento en el que Hugo le pidió matrimonio. Ella tenía muy claro como lo quería con poco volumen, adaptado al cuerpo, cola no muy larga, manga larga o ¾, escote barco, y que la espalda descubierta que tuviera todo el protagonismo.

“Visité varios ateliers en Madrid, y dejé el de Beatriz Alvaro para el final porque había visto un vestido suyo de una novia maravillosa en Pedraza que me tenía completamente enamorada.
Yo soy muy indecisa, y así como la idea del vestido la tenía clara, no sabía cómo hacer que la espalda fuese espectacular. Beatriz Alvaro me enseñó un montón de encajes y bordados en pedrería, hasta que al final nos decidimos por uno en forma de V que dibujaba infinitos arabescos en tonos plata, bronce, beis y champán. Además, para aumentar la armonía del vestido Beatriz Alvaro colocó un detalle de los mismos arabescos al final de la manga que quedaba ideal”, comenta Lydia.

el vestido de novia de la espalda bordada de Lydia

“Cuando conocí a Beatriz Alvaro supe que me haría el vestido que yo me imaginaba. Es profesional y afectiva a la vez. Ya el primer día me encantaron sus telas y sobre todo sus bordados porque aunque había ido a otros ateliers de Madrid, nadie tenía tantos y tan bonitos”.
“Hubo momentos de crisis, sobre todo porque yo soy un poco impaciente y maniática, y había algo que no me encajaba a la perfección. Al final Beatriz  Alvaro dio con el quiz y lo resolvió. Aprendí que hacer un vestido de novia es un proceso largo, y que todo se construye pasito a pasito”.

“Conté con el cariño y apoyo de las tres, Olga, Paty y Beatriz, y unos días antes de la boda, cuando fui a recoger el vestido ya terminado para irnos los dos camino a Asturias, ME ENAMORÉ”.

Por su parte el novio se hizo un chaqué a medida azul marino en Señor Chaqué de Madrid. “Confió en Pepa que lleva casi 20 años vistiendo a los novios más guapos de Madrid. Ella se encargó también del chaleco y la corbata. Los gemelos eran unos dados de la suerte que yo le regalé cuando empezamos a salir juntos”, declara Lydia.

Lydia confió en un intimo amigo de su hermana y maquillador de televisión Dani Gómez, su maquillaje. “Nos acompañó todo el finde a Oviedo, para ponerme guapa en la preboda y en la boda (con todos los retoques que hiciesen falta!!!)”
Para el día de la boda decidimos un maquillaje en tonos neutros, resaltando los ojos en nude- marrón y los labios en color rosado natural con un poquito de gloss”, confiesa Lydia.
En cuanto al peinado optó por un moño de bailarina bajo con un poquito de volumen por delante. “No quería un efecto repeinado, si no que pareciese que yo me misma había peinado”.


La novia completó su perfecto bridal look con un velo de color vainilla y monocapa, que establecía armonía con los tonos del bordado y además dejaba entrever el maravilloso dibujo de la espalda en todo momento.
Para el baile, mis mejores amigas, Ana y Blanca, me regalaron una diadema de pistilos de azahar, en tonos blanco y champán, con la parte central más ancha y los extremos en disminución que alcanzaba el moño. Fue una auténtica obra de arte hecha por Carmen María Mayz.

Pando Floristas fueron los encargados de la decoración floral de la iglesia y del palacio. “Quería que el ramo fuese especialmente verde, como es Asturias, y que tuviera algún toque blanco en un tamaño discreto. Así que el eucalipto era el principal elemento junto con los lisianthus blancos, algo de olivo, flor de azahar y de cera completaban el ramo”.

Con respecto a las joyas, no podía faltar el anillo de pedida, una baguete de diamantes de Joyería Suárez. “Es una pieza sencilla y que me encanta porque se puede poner todos los días, incluso para trabajar. Yo creo que Hugo se fijó en que una de mis amigas lo tiene y le pareció bonito y sencillo”, comenta Lydia. 

“Los pendientes también son de Suárez. Es una pieza desmontable con un rosetón de pequeños diamantes del que cuelga una lágrima de amatista verde cristalino.

Para mí los pendientes son uno de los recuerdos más especiales de mi boda porque me los regaló mi única hermana, que aunque de pequeñas nos hacíamos la vida imposible, hoy en día es una de las persona más importantes y a las que más quiero en el mundo. Las alianzas de casados son de Joyería La Perla en oro rosa, la mía es de media caña y la de Hugo es plana”.

Beatriz Alvaro me aconsejó sandalia por la fecha y el tipo de vestido. Decidimos un tono bronce que fuese bien con el bordado. Además, necesitaba que tuviesen un buen tacón porque Hugo es muy alto y yo muy bajita, y que tuvieran algo de plataforma para que fuesen más cómodos.

Después de buscar en muchas zapaterías de Madrid, una amiga me hablo de Nuria Cobos de Sevilla. Como ya se me echaba el tiempo encima, las compré on line (que nunca lo hago) y fue un acierto máximo!!! Las chicas de Nuria me ayudaron un montón: Bendita Soleá Plomo!!! Y  para la fiesta me puse unas cuñas de color champán muy cómodas de Castañer.

Pelayo Lacazette fue el encargado de realizar las fotografías.  “Le sigo en redes sociales desde hace años, ya que me parece un fotógrafo maravilloso. Me encantan sus fotos!! Así que al día siguiente de tener fecha para la boda, le llamé para ver si tenía disponibilidad. Fue lo más cuando me dijo que sí!!! Además gracias a Pelayo conocimos a Javi Torres, de Eleven moments, nuestro videógrafo. Son los dos unos profesionales enormes. Nos lo pasamos fenomenal con ellos en la boda. Fueron ese día y son ahora, unos amigos más que unos proveedores”.

Hugo y Lydia escogieron para abrir el baile “Perfect” de Ed Sheeran. Nos acompañaron nuestros invitados con bengalas que iluminaban todo el salón y estaba muy acogedor. Mucha gente me decía que daba vergüenza el momento del baile… A mí me encantó porque Hugo es súper buen bailarín y siempre me saca a bailar en el salón de casa. Así que ese día que estábamos rodeados de familia y amigos, fue mejor todavía!!!

Durante el baile nos acompañaron Pablo y Fredo de Fred Events, amigos nuestros de Avilés y que hicieron que la gente se lo pasase pipa bailando hasta las tantas.

La celebración estuvo plagada de momentos inolvidables entre los que Lydia destaca.  Mi suegra nos regaló un seiscientos descapotable para ir a la iglesia y volver al palacio. Aunque corría el riesgo de que lloviese en Asturias, era mi ilusión. Ella consiguió el coche, y llover… no llovió.

Mi madre tiene su anillo de pedida que es una auténtica maravilla. Es una flor de diamantes y zafiros que tiene 45 años. Como a mí me queda muy grande me lo achicó y me lo regaló el día antes de la boda.

De camino a la iglesia y no sé cómo, parte de la cola se manchó de polvo en el coche. Recuerdo que ante mi agobio, mi padre me tranquilizada frotando la tela para quitar el polvo y a la entrada a la Iglesia lo tapaba con el velo para disimular lo sucio.

Isa, la niña mediana que nos llevaba las arras y a la que yo ayudé a nacer, le diagnosticaron leucemia a los 7 meses de vida. Gracias a un trasplante procedente de su padre se curó hace 4 años. Sus padres, Dani y Laura son unos luchadores contra el cáncer infantil. Consiguen fondos para la asociación CRIS contra el cáncer. Toda la semana de la boda Dani estuvo en una carrera, que acabó en Santiago de Compostela el mismo medio día del 7 de julio. Minutos antes de llegar yo a la Iglesia, Dani – mi hermano- llegaba en taxi desde Santiago para estar con nosotros en la boda. No pude contener las lágrimas al entrar a la iglesia y verle.

 A los dos nos encanta Disney así que para la música de la ceremonia elegimos canciones de películas de nuestra infancia como “You will be in my heart” para la entrada de Hugo, la de “Bella y Bestia” para la mía o “Can you feel the love tonight” para la comunión.

Me encantaron nuestros mesales: acuarelas estampadas de ciudades, pueblos y lugares especiales de Asturias como Cabo Vidio, Cudillero, Covadonga, Pravia o Lastres.

Mi amiga Silvia y madre de mi ahijada Adri, hizo ella misma la mañana de la boda las coronas y los cestitos con paniculata de las niñas. Muy TOP!!!

Los detalles para los invitados fueron unas bolsitas de tela para llevar los zapatos en la maleta. El fondo era en tonos beis y blanco, lisos, de lunares o de rayas,y tenían pintadas a mano un zapato de chico o uno de tacón de mujer. Lo mejor es que mi madre y mi suegra las hicieron una a una durante 6 meses.

Kits anti-resaca: idea y trabajo de mi hermana!!! Ibuprofeno, tiritas, omeprazol, chocolatinas, chicles… empaquetados en pequeñas bolsitas de papel para coger antes de volverse a casa!!

En cuanto a las invitadas más elegantes es difícil elegir porque son todas taaaan guapas!!! Pelayo Lacazette me decía que no eran mis amigas, que había contratado modelos para hacer de amigas en mi boda


A mi especialmente me encantó el vestido de mi hermana, de Rosa Clara. De corte largo y adaptado al cuerpo, color turquesa, con bordado de pedrería a los hombros y espalda descubierta. Escogió un clutch monísimo en blanco con tonos turquesa de Mibúh.
Otras invitadas elegantísimas son mis amigas Mar y Alicia con vestidos asimétricos. El de Mar verde esmeralda y adaptado de Ralph Lauren y el de Ali, tonos rojos y estampado floral, de Rocio Osorno.

Mi amiga Ana llevaba un dos piezas de Rosa Velázquez (Murcia) en tonos rosas, con blusa de manga corta y hombreras y falda de crepe y gasa bordada con espigas ascendentes en tonos grises.
Blanca estaba sensacional con un vestido verde de Color Nude, adaptado, de manga larga y unos detalles alados desde los hombros hasta los pies. Maxipendientes y ondas al agua, absolutamente espectacular.

Y para terminar esta espectacular boda nos fuimos 35 días a Australia, Bali y Bangkok organizados por nuestro amigo Dani, de Deep Planet. Australia es una auténtica maravilla: Sidney, Melbourne, Brisbane, Adelaida, Grea Ocean Road, Kangaroo Island, Ayers Rock, Cairns, la gran barrera de coral, lo encantadores que son los australianos, estupenda comida… Todo es 10 en este país!!!


En Bali tuvimos regular experiencia porque nos tocó un terremoto, pero aún con eso nos gustó la isla, sus templos, sus volcanes, sus playas y su gente. En Bangkok estuvimos tres días empezando el camino de vuelta. Una ciudad frenética pero con mucho encanto, nos alojamos en el Banyan Tree que tiene en su azotea a Vértigo y uno de los restaurantes más famosos de la ciudad.

 

Siguiente

El vestido de novia brocado con pechera bordada de Elizabeth

Anterior

Cinco tendencias en vestidos de novia imprescindibles en las novias de 2020

Sin comentarios

Escribe un comentario