LA PRECIOSA ANA: TUL BORDADO Y MUSELINA PARA SU VESTIDO DE NOVIA

La historia de amor de Fernando y Ana se remonta al año 2003. En esa fecha se conocieron, a través de unos amigos en común,  aunque ambos tenían pareja por aquel entonces.

Desde aquel día, se sucedieron las ocasiones en las que coincidían, hasta que en enero de 2006 surgió la chispa. Durante unos meses mantuvieron la relación vía e- mail y teléfono ya que Ana estaba estudiando en el extranjero.

Cuando ella regresó, en verano, en seguida se dieron cuenta de que la distancia no hace el olvido y comenzaron su bonita historia de amor.

Una noche de verano, en Sancti Petri, un sitio muy especial para los novios, mientras veían una película y cuando Ana menos se lo esperaba, Fernando le pidió matrimonio y a continuación le puso un vídeo que le había preparado con fotos de ellos y de las familias. Fue un momento muy emocionante y especial.

Ana soñaba con un vestido de novia que derrochara dulzura, romanticismo, elegancia y en el que los detalles se convirtieran en protagonistas.

El cuerpo con el tul bordado, que enmarcaba también los preciosos escotes y remataba la mangas le sentaba genial. Y la falda en muselina de seda natural tenía una caída y un movimiento maravilloso, tal y como la novia deseaba.

Un complemento importantísimo en el estilismo de una novia es el ramo. Hay que cuidar mucho la elección del mismo ya que tiene que destacar y realzar el vestido pero nunca restarle protagonismo.

El ramo de Ana compuesto por cinco hortensias rosas me parece sencillamente impecable y más que perfecto para ella y su vestido.

Los novios eligieron el 1 de octubre por la mañana para vivir su gran día.

La ceremonia religiosa tuvo lugar en la Iglesia del colegio Nuestra Señora de El Pilar, donde el novio había estudiado.

En estas imágenes podéis apreciar el velo de la novia. Todos nuestros velos se hacen completamente a medida de cada novia y de la cola de cada vestido. En el caso de Ana, eligió que le bordáramos la misma puntilla que llevaba en el cuerpo para el velo. Un detalle exquisito y que hace el resultado todavía más espectacular.

Para sujetar el velo lució una sensacional pulsera que era de su abuela y le hacía muchísima ilusión poder llevarla.

Los zapatos los encargó a medida en Jorge Larrañaga, unos peep toe en ante blanco.

El Cortijo de Mónico fue la finca que eligieron para la celebración. Les hizo un día muy bonito en el que pudieron disfrutar de los jardines y hacerse unas fotos ideales.

Guapísimas madre e hija!

Los pendientes que llevó Ana el día de su boda eran de su abuela. Sensacionales brillantes que hacían forma de flor con una perla en el centro. Muy especiales para la novia.

Tanto a la madre de la novia como a la madrina les hicimos los vestidos para la boda en el atelier. Cada una en su estilo y su papel estaban radiantes en un día tan importantes para ellas también.

Solo con la mirada se lo dicen todo!

La pareja disfrutó de un inolvidable viaje de novios en Isla Mauricio.

Fotos: Miriam Robledo